Un poco más sobre ti:
He tenido la suerte de pasar mucho tiempo cerca de la playa durante la infancia, creciendo frente al Mediterráneo. La mayoría de los días el mar está calmado, pero cuando aparecían tormentas, me tiraba horas viendo el mar agitándose, las olas rompiendo contra las rocas, esa energía que te hipnotiza.
Con el tiempo empezaba a ver algunos surfistas, que trataban de divertirse jugando con las olas, y yo tenía claro que quería hacer lo mismo.
Aproveché cualquier oportunidad para empezar a deslizar sobre una tabla, muchas horas de monopatín y algo de skimboard en verano… hasta que en la tuve la suerte de probar el surfing en un verano en el norte, y al poco tiempo pude permitirme tener una tabla y empezar a coger olas.
Aparqué el balón y la raqueta y comencé a entrar al agua el máximo tiempo posible, perdiendo horas frente a las previsiones, leyendo foros y blogs, aprendiendo de los mejores de la playa e intentando seguir sus movimientos en el agua.
En cuanto conseguí ser competente y con experiencia, pensé que podría compartir mi pasión con los demás y a ayudar a los demás a que progresaran mucho más rápido de lo que yo lo había hecho, y desde hace ya 6 años, soy instructor en una de las mejores escuelas de surf del Mediterráneo.
Actualmente patino y surfeo siempre que puedo, hace unos meses me reconcilié con el skate y patino más libre que nunca.
¿Cuáles son tus planes de futuro y ambiciones?
Me gustaría seguir creciendo en mi ámbito profesional, soy maestro, de inglés y educación física y disfruto mucho con los niños en clase. Además de seguir dando alguna clase de surf, pues no hay nada mejor que enseñar lo que te apasiona.
En cuanto al resto del tiempo, solo quiero viajar, conocer mil playas y sitios nuevos. No tengo mucho tiempo para ello, pero intento amortizarlo al máximo recorriendo nuevos destinos. Lo peor de vivir en el Mediterráneo es que hemos de esperar mucho para tener buenas olas, pero lo mejor es que es una excusa genial para salir a buscarlas a cualquier lado del mundo.
No hay nada mejor que empezar un viaje cargado con la tabla, la mochila y un par de amigos con ganas de conocer la costa de un nuevo país.
¿CUÁLES Y DÓNDE SON TUS DOS MEJORES RECUERDOS Y MOMENTOS HACIENDO ESTOS DEPORTES?
No sabría concretar, he vivido muchos momentos geniales. Podría decirte aquellos amaneceres entrando a un baño con olas buenas y algún buen amigo. Hay un baño que recuerdo especialmente, fue en Bells Beach y aunque estaba algo grande para mí y tengo que admitir que estaba cagado por los tibus, ya que era mi primer baño al amanecer por allí; las olas rompían perfectas, no había casi gente y el sol se asomaba poco a poco, ese día fue espectacular.
Aunque también ha sido impresionante compartir baños con animales, como la primera vez que vi un delfín saltar olas en Galicia, fue increíble, o cuando una tortuga asomó su cabeza entre los arrecifes de Bali y dejé la tabla y me puse a bucear siguiéndola. Son imágenes que te guardas en la retina y momentos en los que desearías tener una buena cámara.
¿CÓMO CREES QUE AFECTA LA CONTAMINACIÓN DEL PLÁSTICO AL PLANETA Y A LOS DEPORTES QUE PRACTICAS?
La verdad es que la mejor palabra que encuentro para definirlo es frustración. Es realmente triste cuando te das cuenta de que no nos importa nada nuestro alrededor, que no cuidamos nada y que tenemos todo en nuestro poder para que cambie la situación.
Se suele echar la culpa a otros países menos desarrollados pero la realidad es que no somos ni conscientes de que vivimos el problema en nuestras propias carnes. Solo hay que pasar un ratito cerca de una desembocadura o en la ribera de un río para darse cuenta. Intenta surfear una ola de río después de una tormenta y te darás cuenta de lo que hablo.
Además, vivimos en un momento en el que solo la inmediatez importa, lo que ocurra a largo plazo no nos preocupa. Por suerte, la sociedad está empezando a despertarse y cada vez escuchamos más acciones de cambio, ejemplos en redes sociales, alternativas por parte de empresas, movilizaciones juveniles, espero que no sea un boom y que dure hasta que la situación se mejore.
Espero que desde nuestra posición influenciemos a futuras generaciones para que crezcan con el chip cambiado y no tengamos que reeducarnos y cambiar nuestros hábitos, y que ya hayan sido asimilados.